La compañía francesa ferroviaria SNCF prueba, en las estaciones de la región de París, unas vallas formadas por tres especies vegetales para impedir el paso a través de las vías.
La compañía ha decidido ir reemplazando progresivamente todas las vallas metálicas que protegen las vías y sustituirlas por otras compuestas exclusivamente por vegetales. Estas vallas se componen de tres diferentes especies: el Aligustre (Ligustrum ibota), la Espirea (Spiraea) y el Naranjo espinoso (Poncirus trifoliata).

Además de la belleza que seguramente aportarán al paisaje de las estaciones, este tipo de protección verde presenta varias ventajas tanto ecológicas como económicas. -Respetan el medioambiente y son más económicas que las vallas metálicas. -Presentan un interés ecológico desde el punto de vista de la vegetación urbana y respecto al balance de CO2 de la operación. -Son seguras: son infranqueables ya que estas especies vegetales se caracterizan por su alto contenido en espinas y además, no se pueden saltar por su altura y su flexibilidad. Este tipo de plantas se entrelazan entre si y llegan a alcanzar hasta casi dos metros de altura. Para evitar cualquier tipo de accidente, los setos que contienen las espinas están protegidos por otros formados por vegetales inofensivos. -No se pueden robar, como ha sido el caso de las vallas metálicas. -Embellecen el paisaje, son verdes, aportan color y un toque alegre a la parte trasera de las estaciones, cuyos escenarios, en muchas ocasiones, suelen caracterizarse por su aspecto gris y desolado. La prueba que está realizando la compañía francesa, si demuestra su utilidad y viavilidad, será el punto de partida para llevar la idea a nivel nacional.