La fundación por la nueva economía (nef) es un organismo independiente con sede en Londres que pretende analizar y ensalzar el bienestar económico real. Su objetivo es mejorar la calidad de vida mediante la promoción de soluciones innovadoras que supongan una alternativa a los planteamientos actuales en cuanto a las cuestiones económicas, medioambientales y sociales. Los salarios sirven para medir el valor de las cosas. A menudo, nuestras aspiraciones, nuestras ambiciones y nuestro estatus están condicionados por el sueldo que ganamos.
Pero, ¿son los salarios una medida justa de la contribución que aportan los trabajadores a nuestra sociedad? En especial en estos tiempos en los que domina el miedo a perder el puesto de trabajo, en que la congelación salarial y la reducción de la jornada laboral forman parte de la vida cotidiana del trabajador, empiezan a oírse protestas sobre las enormes desigualdades salariales que se encuentran entre las diversas profesiones. Según el estudio «Public Attitudes Towards Economic Equality«, la mayor parte de la población opina que los banqueros y los futbolistas profesionales, entre otros, ganan demasiado dinero. Otro estudio indica que la mayor parte de la población cree que la creciente diferencia entre los salarios es mala para nuestra sociedad (YouGov Poll).
Por estos motivos, la fundación por la nueva economía (nef), una organización que considera que las personas y el planeta deben ser los actores principales de la nueva economía, concluyó que había llegado el momento de replantearse la aportación real de los distintos trabajos a la sociedad y llevó a cabo el estudio “A Bit Rich: Calculating the real value to society of different professions » (Un poco rico : cálculo del valor real de las diferentes profesiones en la sociedad). En este estudio, la organización afirmaba que deberíamos ir más allá de la escueta definición de la productividad económica para calcular un valor social y medioambiental más amplio del trabajo que llevamos a cabo. Todos los trabajos crean y destruyen valor social, medioambiental y económico, pero estos factores se suelen tener poco en cuenta a la hora de calcular los salarios que se perciben por ellos. En economía, las consecuencias indirectas de la actividad comercial se conocen como “externalidades”, que pueden ser remotas y difíciles de localizar, como el trabajo esclavizador en Asia y pueden no emerger hasta pasado cierto tiempo, como el cambio climático.
Las empresas privadas suelen hacerse cargo solamente de una pequeña proporción del problema, lo que les permite inflar sus beneficios y pagar altos salarios a sus empleados. Por el contrario, las instituciones que producen externalidades positivas pueden no contar con ningún tipo de beneficio económico, lo que implica que el valor social de la actividad de sus empleados no se ve reflejado en sus salarios. Asistentes sociales, monitores escolares, guardabosques, son algunos ejemplos de trabajos que cita el estudio en los que el valor social o medioambiental no guarda relación con el salario.
El estudio de nef, pionero en este campo, intenta realzar los diferentes trabajos que suponen un beneficio concreto para la sociedad, informando sobre cómo ésta recompensa ciertas actividades que aportan pocos beneficios sociales, mientras que desalienta otros tipos de trabajo que son realmente positivos. El informe cuenta la historia de seis trabajos diferentes, la mitad de ellos mal pagados (un limpiador de hospital, un trabajador en una planta de reciclaje y un cuidador de niños) y la otra mitad muy bien pagados (un banquero, un ejecutivo publicitario y un asesor fiscal). El estudio tuvo en cuenta el valor que producían estos trabajos y su recompensa económica a la vez que buscaba una explicación sobre este desequilibrio y sus implicaciones en nuestra sociedad.
El informe “Un poco rico” expone diez mitos de nuestra sociedad y los va derribando uno por uno. Asimismo, muestra cómo hemos llegado a este punto, quiénes son los más afectados y por qué es tan importante llevar a cabo un cambio.