El pequeño crustáceo de agua dulce, el camarón (Gammarus pulex), presenta un gran interés, tanto desde el punto de vista de su biología como de su ecología.
Fácil de definir y dirigir, se le encuentra todo el año sobre distintos substratos a partir de los cuales se alimenta de ruinas vegetales y animales. Pero el camarón representa también un importante vivero alimentario para los peces. Por sus características, es un buen indicador de la contaminación de los medios acuáticos. Por ello, en el marco de su tesis, un investigador del Centro de Investigación de Lyon, Francia, desarrolla en este crustáceo, marcadores relacionados con grandes funciones biológicas del organismo. El objetivo es detectar precozmente contaminantes problemáticos en el ámbito medioambiental, como los biocidas o perturbadores endocrinos. Paralelamente, estos estudios tienen por objeto prevenir posibles perturbaciones sobre la dinámica de las poblaciones.
