Una nueva medida que, si se extiende por el mundo, podría convertirse en un potente estimulante para la compra de coches eléctricos y todo tipo de vehículos limpios: Holanda acaba de anunciar que en 2012 aplicará una tasa a los automovilistas en función de los kilómetros que recorran, cuyo objetivo es reducir los atascos en un 50% y las emisiones de CO2 en un 10%. Con esta medida, Holanda es el primer país en proponer este tipo de medidas.
Cada vehículo nuevo estará equipado con un sistema GPS que informará sobre el lugar, la hora y la cantidad de kilómetros que recorre. Estos datos se transmitirán a un centro encargado de elaborar las facturas pertinentes y enviárselas al conductor. El precio medio del kilómetro para un vehículo familiar será de 3 céntimos en 2012. Esta tarifa aumentará progresivamente hasta alcanzar los 6,7 céntimos en el año 2018. Como contrapartida, el gobierno holandés suprimirá el impuesto sobre la compra y posesión de vehículos, importe que en Holanda equivale al 25% del precio del vehículo nuevo.
Un impuesto basado en el tamaño, peso y emisiones de CO2 de los vehículos.
Con la aplicación de este impuesto, que aún debe ser aprobado en el parlamento, se espera conseguir una reducción del 10% de las emisiones de CO2 y un 15% de los kilómetros recorridos en las carreteras holandesas.
También se espera que la imposición de esta tasa ayude a disminuir el número de accidentes de carretera, así como a aumentar el uso del transporte público. Los vehículos limpios se verán beneficiados, ya que la tasa variará en función del peso, del tamaño y de las emisiones. Todo parece indicar que esta iniciativa será aprobada : varias compañías « start up » comienzan a proponer contadores de kilómetros, anticipándose a la generalización de este tipo de medidas fiscales. Un ejemplo de ello es el grupo canadiense «Skymeter«, fabricante de sistemas de medición que equipara sus aparatos de control de kilometraje con los contadores de agua o de electricidad, y que defiende la introducción de un sistema de pago en función del uso del vehículo. La compañía canadiense pondrá en funcionamiento antes de fin de año su sistema GPS en la ciudad de Winnipeg (Canadá), que desea aplicar un impuesto a los vehículos que aparquen en el centro de la ciudad.