Sinca Noua, perdió su condición de municipio bajo el gobierno de la antigua dictadura y no la recuperó hasta después de 34 años. En 2002, esta pequeña población rumana se comprometió a convertirse en una comunidad ecológica.
Desde entonces, sus agricultores ya han logrado cien certificaciones ecológicas y el municipio sigue creando numerosos compromisos ecológicos para lograr una cohesión más sostenible entre sus 1.800 habitantes. Los habitantes de Sinca Noua han construido una verdadera identidad regional a base de implantar hábitos ecológicos en el municipio. Después de 20 años de dictadura, han encontrado el modo de recuperar su dignidad, de crear unas relaciones sociales especiales y de convertirse en una comunidad ejemplar. También consiguieron situar el pueblo en el mundo a través del ecoturismo.

En 1990 se llevó a cabo una refundación de la política agraria en Rumanía y 4,7 millones de rumanos pasaron a ser propietarios de explotaciones agrícolas. Actualmente, 7.000 propietarios llevan a cabo la conversión a la agricultura ecológica. Con el objetivo de mantener un pueblo activo y dinámico, el alcalde y sus habitantes plantean una estrategia de desarrollo local en colaboración con el pueblo alemán de Wullkov, una comunidad ecológica en la antigua Alemania del Este. En su afán por lograr un prestigio perdido para el pueblo, el equipo municipal de Sinca Noua puso en marcha en 2004 un programa de agricultura ecológica y ecoturismo. Como condición para entablar una relación de colaboración, el pueblo alemán exigió a Sinca Noua, la puesta en marcha de un plan de desarrollo sostenible a 20 años vista. En este contexto, el alcalde de Sinca Noua comenzó por declarar, en 2005, a la pequeña población rumana zona libre de transgénicos. Inmediatamente después se comenzaron las gestiones necesarias para certificar como ecológicas las tierras de cultivo de los alrededores. Con 1.800 habitantes, el pueblo se extiende sobre 8.695 hectáreas de las que 4.800 son bosques, 3.700 son tierras agrícolas y 195 zona urbana. Las 250 granjas crían esencialmente vacas lecheras y ovejas. La producción vegetal comprende principalmente el maíz, las patatas y las judías.
Dentro del programa dedicado al ecoturismo se construyeron varios albergues. De este modo, en el año 2005 Sinca Noua obtuvo el título de “Villa Europea” por parte de la Unión Europea. Sinca Noua es hoy en día un ejemplo de desarrollo local sostenible no sólo para Rumanía, sino para el mundo entero.