¿Quién no tiene un dispositivo de telefonía móvil hoy en día?
La tecnología es positiva para la sociedad siempre que su uso tenga un sentido y que se emplee para mejorar las condiciones de vida de los seres humanos.
Desgraciadamente, y comenzando por su fabricación, la tecnología deja mucho que desear en lo concerniente a las condiciones laborales de los empleados.
Según afirma un directivo de la firma Apple, pese a que la compañía trata de mejorar la actual situación “la mayoría de usuarios se disgustaría si supiera de dónde viene su iPhone”.
El pasado 25 de enero el diario estadounidense New York Times publicaba un informe sobre el coste humano de la fabricación de iPhones.
La investigación se centraba una vez más en las penosas condiciones de trabajo de los empleados de la subcontrata de Apple en China.
Trabajo forzado, entorno laboral peligroso, disciplina más propia de cuarteles militares y jornadas laborales excesivas con horas extras obligatorias: la violación de los derechos laborales de los trabajadores en las subcontratas chinas de Apple son sistemáticas.
El pasado mes de enero, Apple entró a formar parte de la asociación “Fair Labor Association” (FLA).
Ahora, el gigante tecnológico tiene dos años para adaptarse al código de conducta de esta organización estadounidense creada en 1998 para mejorar las condiciones de trabajo en la industria de la ropa, el calzado deportivo y en otros sectores en los que las universidades americanas mercantilizan el uso de sus logotipos.
La FLA ha integrado recientemente en su código de conducta un salario mínimo vital que, sin embargo, no tiene en cuenta a la familia del trabajador.
Además, la FLA no colabora lo suficiente con las organizaciones de trabajadores, principales agentes en lo referente a la violación de los derechos laborales en las subcontratas de Apple.
Una vez afiliada a la FLA, Apple tuvo que publicar la lista de sus proveedores en la que, sin embargo, solamente figuraban el nombre de los proveedores de “primera línea”´, tales como Samsung Electronics Co. y Sony Corporation, y en la que no se mencionan ni los lugares de producción ni los proveedores y subcontratas de los proveedores principales.
Otro de los requisitos obligatorios para la afiliación de Appel a la FLA era la aceptación de inspecciones sorpresa en las fábricas.
Pese a que últimamente los proveedores han sido objeto de varias auditorías, la situación no ha variado: “Hace cuatro años que conocemos los casos de abusos, y actualmente siguen ocurriendo”, comenta un directivo desde el anonimato. “
¿Por qué siguen ocurriendo estos abusos? Porque el sistema nos favorece.
Los proveedores no dudarían en llevar a cabo de inmediato todos los cambios que Apple les exigiera”.
Foto portada cortesía de Disinformation