Rumanía es el primer país que aplicará un impuesto sobre la comida basura. A partir de 2010 entrará en vigor esta primicia mundial que gravará la comida rápida, los pasteles, las golosinas y las bebidas gasificadas y azucaradas mediante un impuesto. La nueva tasa se aplicará a las personas jurídicas que producen, importan o desarrollan productos malsanos con un elevado contenido en sal, azúcar, grasa u otros aditivos. El impuesto se hará efectivo a productos definidos como: – productos de comida rápida – la industria de dulces y golosinas – los snacks y las patatas fritas – las bebidas carbónicas, a excepción del agua y los zumos de frutas

El Ministro de salud Attila Czeke declaró el pasado día 5 de enero que introduciría una tasa sobre la comida rápida con el objetivo de contribuir a los programas de salud del país. De igual forma precisó que había solicitado a su equipo la preparación de los detalles de las modalidades exactas de este tipo de impuesto.
Además prometió que entablaría un diálogo abierto con productores y distribuidores afectados por este nuevo impuesto. La recaudación correspondiente se destinará a la financiación de programas de salud del país. Esta decisión surge a raíz de la constatación de un continuo aumento de casos de obesidad, diabetes, hipertensión y muertes prematuras.
Según muestra un documento del Ministerio de Salud rumano, la alimentación malsana contribuye al aumento de los fallecimientos y al gasto sanitario, compromete la calidad de vida y reduce la productividad y la esperanza de vida. En Estados Unidos se debatió durante años la imposición de una tasa similar, sin que al final llegara a implantarse. Fuente
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Madrid Cool
Pues me parece estupendo. Mucho han tardado.
Fanny
Una genial medida a ser emulada por los demás países.