Fatih Birol es economista y director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que todos los años publica el informe “World Energy Outlook”, una referencia mundial en materia de análisis sobre la evolución de los mercados de la energía. Desde 2009, la AIE se ha postulado a favor de las tesis del “Peak Oil” (Cénit o Pico del Petróleo), anunciando el decrecimiento de la producción y la falta de disponibilidad de combustibles fósiles para 2020.
A día de hoy es difícil calcular el impacto real que la disminución de la producción de las plataformas petroleras supone para economía mundial. Sin embargo, la AIE (Agencia Internacional de la Energía) nos recuerda en sus informes algunas verdades incómodas: si bien estamos asistiendo a una relativa moderación de los precios de los combustibles debido a la crisis económica y la consiguiente disminución de la demanda, para satisfacer la necesidad de combustibles que dedican al transporte los países emergentes, será necesario realizar importantes inversiones en las regiones productoras. En este contexto, la posición de la AIE da un giro inédito: el organismo oficial se dirige a los responsables políticos de todo el mundo occidental para advertirles, a través de su directora María Van der Hoeven, del alarmante ascenso de las emisiones de CO2.
Producción: se necesitan 1.500 millardos de dólares anuales hasta 2035. El mundo deberá invertir cada año 1.500 millardos de dólares (casi la totalidad de la deuda francesa) para hacer frente al aumento de la demanda de energía hasta 2035, advirtió la AIE, quien se muestra especialmente preocupada por la situación en África y Oriente Medio. Si tenemos en cuenta las cantidades invertidas hasta ahora y el cálculo de las inversiones necesarias hasta 2035, el total asciende a los 38.000 millardos de dólares, más de 27.500 millardos de euros, una cifra que supera en más de un 15% las primeras estimaciones de la agencia. Según advierte Fatih Birol, “Es gigantesco: los costes de producción aumentan en casi todo el mundo y cada vez resulta más complicado extraer energía, por lo que nuestras cifras no dejan de aumentar. Si no encontramos ese dinero, la producción no aumentará al ritmo que debería y el resultado será un aumento delos precios que serán muy superiores a los de hoy en día”.