La película Landfill Harmonic narra la historia de cómo unos instrumentos hechos de la basura reciclada aportaron esperanza al futuro de unos niños que, de otra forma, estarían abocados a la marginación.
Favio Chávez es el director de La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, en Paraguay. Oriundo de la población de Carapegua, Favio aprendió a tocar la guitarra muy joven, y a los once años ya dirigía el coro de su parroquia. El joven talento musical estudió posteriormente tecnología medioambiental y en el año 2006 empezó a trabajar en un programa de reciclaje en Cateura, donde está localizado el mayor vertedero del país. De hecho, se podría decir que el pueblo está construido sobre el vertedero. Los recolectores de basura se ganan la vida revendiendo los productos que en ella encuentran y los jóvenes corren un grave riesgo de caer en las drogas y de acabar involucrados con alguna banda delincuente. Cuando Favio Chávez entró en contacto con los chavales de la zona, fue capaz de reconocer sus necesidades y decidió abrir una escuela de música que ofreciera a los niños y jóvenes una alternativa a la vida que habían llevado sus padres. Sin embargo, se encontraba con el problema de la financiación. ¿De dónde sacar el dinero para comprar los caros instrumentos que eran necesarios para los jóvenes músicos?
El contacto con Nicolás Gómez, dedicado desde hacía años a la recolección de basuras para su reciclaje, determinó el comienzo de la construcción de instrumentos reciclados: violines y cellos construidos con latas de aceite, flautas manufacturadas con cañerías y cucharas y guitarras que nacen de cajas de embalaje. Así comienza la historia de una singular orquesta cuyos instrumentos han sido construidos enteramente partiendo de la basura y a la que denominaron La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura. La película Landfill Harmonic narra la historia de algunos de los chicos que forman parte de esta creativa orquesta y de sus familias. La producción de Landfill Harmonic es el trabajo de una pequeña productora independiente estadounidense llamada Eureka Productions Inc., que comenzó a rodar en el año 2010, cuando el equipo viajó a Paraguay para filmar a los niños y la orquesta. En el año 2011 volvieron a Cateura para grabar y comprobar el progreso de tres jóvenes que habían entrado a formar parte de la orquesta de forma reciente. Después, volvieron a grabar en el año 2012 y pretenden continuar su labor en el año 2013, para lo que están recaudando fondos a través de una plataforma de financiación colectiva. Landfill Harmonic pretende mostrar cómo las pequeñas iniciativas sustentadas por la creatividad de quienes las llevan a cabo pueden suponer grandes plataformas de salvación para seres humanos que, de otra forma, sucumbirían a la marginalidad. En la actualidad, la productora está buscando fondos en el portal de financiación colectiva Kickstarter para poder acabar el rodaje y editar el documental.