El cambio climático comporta importantes modificaciones de la fauna y la flora alpinas. Ciertas especies se desplazan, otras sufren graves perturbaciones en su metabolismo o en su ciclo biológico.
Una palmera asiática prolifera en la región suiza del Tesino desde hace veinte años. Especies mediterráneas de mariposas y pájaros colonizan desde hace tiempo las sendas alpinas. Y las plantas se encuentran cada vez a más altitud, como el mirtilo, que ascendió 40 metros para encontrar condiciones propicias para su desarrollo.
En los Alpes, el efecto del cambio climático es desde hace tiempo algo evidente.
Los desplazamientos de las especies no es la única respuesta de los seres vivos al cambio climático. Durante los últimos treinta años, el aumento medio de 2 grados de la temperatura en el macizo alpino se hizo evidente en primavera y en verano. Las especies vegetales fueron las primeras en sufrir perturbaciones en su metabolismo. “El alerce, una especie de ciprés, comienza su crecimiento primaveral, en general, un mes antes que hace cincuenta años, comenta Anne Delestrade, responsable científica del Centro Francés de Investigaciones sobre Ecosistemas de Altitud (CREA). Esta ecóloga debe publicar en breve los resultados de un estudio sobre la fenología, es decir, la aparición de fenómenos periódicos de varias especies de árboles, diseminados en el conjunto del “Arco alpino” en la primavera.”El aumento de las temperaturas produce diferentes efectos sobre el crecimiento de los árboles según la altitud a que se encuentren. En 2007, los brotes de fresno situados en la montaña eclosionaron ocho días antes que el año precedente, más frío, mientras que la fecha de brote de los fresnos de la planicie no se vio modificada”.