Según datos de la Agencia Europea de Medioambiente, en 2009 la Unión Europea emitió 6,9% menos gases de efecto invernadero. Este descenso está propiciado por la actual crisis económica que, de seguir este ritmo, puede ayudar a alcanzar los objetivos europeos para 2020 fijados en una reducción del 20%.
Según estas cifras, las emisiones de los 27 Estados miembros resultan un 17,3% inferiores a las registradas en 1990, con lo que el objetivo de reducción de un 20% fijado para 2020 ya no parece tan lejano.

El descenso más llamativo ha sido el de las emisiones debidas al consumo de carbón (-12,7%). El resto de los combustibles fósiles registró un descenso global de 5,5% con respecto a 2008. La industrias química, del acero y del cemento son las que registran los mayores descensos.
La decreciente demanda de energía relacionada con la recesión económica se hha visto por unos precios más asequibles del gas natural y por un aumento del uso de las energías renovables. Sin embargo, de iniciarse una recuperación económica, estas emisiones podrían romper la tendencia descendente y aumentar. La actual Unión Europea no tiene fijado un objetivo en el protocolo de Kyoto, ya que éste se firmó cuando la unión estaba compuesta por sólo quince miembros. Pero ya entonces la UE se propuso alcanzar una reducción de 20% de sus emisiones para el año 2020 e incluso, en algunas reuniones, se llegó a hablar de alcanzar un 30% si socios como EEEUU o China se comprometían con objetivos más ambiciosos.