La organización independiente suiza Declaración de Berna (DB) puso en marcha este pasado invierno una campaña para llamar la atención sobre la explotación infantil en las plantaciones de cacao, fruto básico para la fabricación del famoso chocolate suizo.
La campaña Chocolate registró un gran éxito y logró movilizar a miles de consumidores, que presionaron a los fabricantes de chocolate suizo para que garantizaran el origen sostenible de sus productos. 17.826 personas enviaron una carta petición a los fabricantes suizos de chocolate en la que les exigían que su chocolate preferido se fabricara sin mano de obra infantil.

12 de las 18 empresas requeridas respondieron por escrito a las preguntas de sus clientes, lo que implica un primer paso para mostrar mayor transparencia en sus gestiones. Los 2.200 conejos de chocolate ecológico y sostenible que la DB produjo como símbolo representativo de la campaña se vendieron en apenas dos semanas. La organización independiente suiza Declaración de Berna (DB) puso en marcha este invierno una campaña para denunciar la explotación infantil en la producción de cacao, materia prima para la fabricación del famoso chocolate suizo.

En dicha campaña, DB publicó una descripción detallada de los fabricantes suizos de chocolate, en la que constaba el grado de responsabilidad social de cada una de ellas. DB propuso a los consumidores que instaran a las empresas a hacer públicos sus procesos de fabricación de chocolate, así como la no implicación de explotación infantil en la extracción de materias primas para el mismo. Como resultado, doce de las dieciocho empresas requeridas se mostraron preocupadas por las solicitudes de sus clientes y respondieron por escrito de forma más o menos detallada. Las otras seis empresas no se tomaron la molestia de contestar a los requerimientos de sus clientes. Entre estas seis empresas que no respondieron a los consumidores se encuentran los dos mayores productores mundiales de chocolate. Como respuesta a todos los productores de chocolate sin escrúpulos, la DB se manifestó ante la sede de la asociación suiza de fabricantes de chocolate (Chocosuisse)y colocó ante su puerta, a modo de protesta, cien figuras de conejos blancos que lloran lágrimas de sangre. La Declaración de Berna exige a la asociación suiza de fabricantes de chocolate que tome las medidas necesarias para garantizar que el chocolate se produce de forma responsable y sostenible y comunique los resultados obtenidos.