Por el bolsillo, por el planeta, por la salud, porque si, porque se está mejor sin él. Una familia normanda apostó por vivir sin coche y cuentan su experiencia en un blog. Aquí van algunas de sus razones y algún que otro consejo.

Una familia de la región de Normandía, en Francia, apostó por vivir sin coche. Lo cuentan en un blog, en el que relatan su experiencia cotidiana desde que un buen día de julio de 2006 renunciaron a su coche. Son ya 820 días. «Esta experiencia posiblemente os ayude a dar el paso y deshaceros de ese coche que no deja de pedir pan aún estando todo el día en el garaje o, al menos, a reducir considerablemente su uso. De paso disminuirá vuestra huella ecológica y, si os hacéis con una bici, vuestra salud lo agradecerá.
¿Por qué una vida sin coche? Porque es posible.
Bueno y porque el coche : – contamina – hiere e incluso puede matar – consume energía fósil no renovable – ocupa la casi totalidad del espacio público en detrimento de otros modos de desplazamiento como la bicicleta o el transporte público. Y además porque el coche nos vuelve agresivos, enmascara nuestra verdadera personalidad. ¡Porque sin él, se está mucho mejor ! – Por el bolsillo ; es evidente, el coche no es gratis, la compra, el mantenimiento y si se estropea…. – Por el planeta; – Por la salud, porque la mayoría necesitamos hacer algo de deporte. Por el espacio urbano, una ciudad sin coches es mucho más agradable.
¿A quién no le ha molestado nunca sentir un coche a sus espaldas cuando pasea por el casco viejo de alguna antigua ciudad?
Y porque si de verdad nos hace falta, se puede recurrir a un taxi, a un vecino simpático etc. Resumiendo; podemos prescindir del coche.
La vida, muchas veces, es más simple sin él. Nosotros ya no tenemos coche, ya no nos tienta. Si tenéis uno, siempre se puede dejar en el garaje, por vuestro bien y el del mundo. Seguro que sois capaces, si yo pude, ¿por qué no podréis vosotros?»