Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Maryland, en Washington, y el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universidad Autónoma de Barcelona informa sobre las actividades económicas que se verán más afectadas por el cénit del petróleo o Peak Oil. Según los expertos, el Peak Oil, el nivel máximo de extracción de petróleo tras el cual la velocidad de extracción empezará a disminuir de forma considerable, es inminente si es que no se ha alcanzado ya y constituye una grave amenaza para la actual forma de vida de las sociedades.

Lo que está claro es que el Peak Oil, bien haya tenido ya lugar o vaya a tenerlo en la próxima década, afectará de forma drástica a nuestra forma de vida y a nuestro modelo económico. Pero, ¿cuáles serán los sectores más afectados? ¿Cómo pueden las empresas, las políticas y las acciones individuales minimizar su vulnerabilidad ante el Peak Oil? Estas son las preguntas que se plantearon los investigadores de la Universidad de Maryland y la Universidad Autónoma de Barcelona cuando decidieron analizar el impacto que el declive de la extracción de petróleo tendría sobre la economía estadounidense.
EEUU es el mayor consumidor de petróleo y de productos derivados en el mundo entero, por lo que el estudio del impacto del Peak Oil sobre su economía puede suponer un buen ejemplo para cualquier sistema económico que sea muy dependiente de este recurso fósil. Sin embargo, a pesar del inminente peligro que representa este asunto que está ganando relevancia en los debates científicos y políticos, se conoce muy poco sobre cómo afectará a las economías del mundo. El nuevo estudio se ha centrado en identificar los sectores que, debido a su papel central en la economía, podrían poner en riesgo todo el sistema financiero estadounidense. Los sectores identificados como clave en este impacto incluyen la extracción de acero, la producción de fertilizantes y el transporte aéreo. El informe supone una advertencia para los sectores en mayor peligro debido a sus cadenas de suministro y advierte sobre las acciones políticas que deberán llevarse a cabo.
Debido al paralelismo que existe entre el consumo de combustibles fósiles y la crisis climática, los resultados del informe pueden aplicarse en el contexto del desarrollo de una hoja de ruta hacia una economía de bajo impacto.