Son 700 socios y su asociación se denomina “Roule Ma Frite”, que traducido podría ser “Circula con mi patata”. Si suben los combustibles no se preocupan, han encontrado una forma de circular más barata, menos contaminante.
“Roule Ma Frite” se creó en 2005 en Marsella y fabrica combustible con aceite reciclado procedente de freidoras recogido de restaurantes. Una vez recogido, el aceite se filtra y se trata “cortándolo” con gasoil. Lo venden a 70 centimos el litro e incluso a 40 si es el cliente quien se encarga de aportar el aceite usado. El balance es positivo. Por una parte se contribuye al reciclado de desechos que muchas veces obstruyen las tuberías, por otra parte ahorra una cantidad de agua enorme tanto en restaurantes como en domicilios.
Por cada depósito de automóvil lleno se ahorran aproximadamente 15 euros y se reduce de un 50 a un 70% la contaminación si se compara con el gas sulfatado y los metales pesados que emite el combustible clásico. La asociación, sin embargo, se enfrenta a un problema. Para legalizar su actividad, hace referencia a una directiva europea de 2003 sobre el desarrollo de agrocarburantes pero los poderes públicos son reticentes a otorgarles una licencia. Sin duda debido a la imposibilidad de gravar con algún impuesto la actividad de la asociación.
Pero la visión comercial de esta pequeña asociación no tardará en vencer la bruma alternativa en la que muchos quisieran encerrarla y, si bien Marsella no es San Francisco, donde el alcalde creó el año pasado el programa municipal «Greasecycle» de reciclado de aceites usados para usarlo como combustible de los vehículos municipales, la empresa francesa «Veolia Environnement» anunció esta semana pasada la construcción en 2009 de la primera fabrica francesa que reciclará aceite usado procedente de la restauración.